Estuve leyendo tus últimos ojos
donde me hacías a un lado
y te escapabas de mis garras
aparentemente verdes.
He corrido de la mano de mis impulsos
pero no son los mismos que los tuyos
y he sentido el hueco de siempre
-y como siempre-
en el centro.
Las hojas no mueren,
vuelven a la tierra
y se entierran
para dar vida…
…vida a las oportunidades
que te devuelve la misma vida,
de la que tanto
nos queremos apartar.
Ruedo entre mis olmos,
y mis golfos caribes
me trastocan y anteponen la mirada,
la vieja mirada…
sábado, 25 de octubre de 2008
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